Reseña Felices por siempre jamás

Juro solemnemente que para mí escribir esta reseña es algo horrible. De hecho, acabé el libro hace muchos muchos días, y hasta hoy no me he sentido capaz de sentarme frente al ordenador para escribirla. Nunca se me ha dado bien hablar de algo que me ha gustado muchísimo, el entusiasmo hace que quiera decir mil quinientas cosas a la vez y al ser tantas no consigue salir ninguna. Imaginaos a una multitud de gente intentando salir a la vez por una de las puertecitas de Alicia en el País de las Maravillas, pues así.

Un beso en París me gustó, fue un libro bonito pero no me pareció gran cosa. La gente hablaba maravillas de él y yo me sentía un bicho raro. Claro, aún no había sabido apreciar la magia de Perkins... Tardé unos cuantos meses en darme cuenta de que la magia del libro habitaba en esas escenas contadas de una manera sencilla pero llenas de sentimientos, en esos personajes que lejos de ser perfectos se convertían durante unos días en tus mejores amigos, tan cercanos, tan reales... Igual que en felices por siempre jamás, el libro que me hizo reír y llorar como una tonta...

Isla es una chica que va a la misma escuela en Francia a la que iban Anna y St. Clair, ¿os acordáis?, volver allí ha sido una de las mejores cosas del libro... Bien, Isla lleva años enamorada de Josh observarlo durante las clases es su pasatiempo favorito y pasa las horas imaginándoselo a su lado. Pero Isla es una chica tímida, muy muy tímida y casi nunca le ha dicho más de dos palabras.

Por el contrario, Josh es un chico bastante más extrovertido, no tiene problema en interactuar con sus compañeros y profesores, pero no le interesan demasiado sus estudios, su gran pasión es el dibujo y se pasa las horas lectivas garabateando...

Isla nunca habría tenido el valor de acercarse a Josh y mantener con él una divertida conversación en un bar si no hubiera sido por los efectos del sedante que le habían aplicado en el dentista. Y así es como sucede el primer encuentro entre los protagonistas, y así empieza la historia que cambiará las vidas de ambos, pero sobre todo la de Isla.

La evolución de la protagonista es abrumadora, en las primeras páginas nos encontramos a una Isla extremadamente insegura, pero vemos como muy lentamente va confiando más y más en ella misma. Hasta llegar al final del libro, donde nos encontramos con una chica distinta...

Además, en el libro no falta el cameo de los protagonistas de las anteriores novelas de la serie, y aquí sí que me callo y no digo nada más porque me pongo demasiado fangirl y me acabaré yendo de la lengua... 

Es un libro precioso, si habéis leído los otros libros de la autora no dudéis en leer Felices por siempre jamás, se ha convertido en uno de mis favoritos del año, y eso que no esperaba gran cosa...